Hay momentos que parecen sacados de una postal y, en Altea, el atardecer es uno de ellos. La luz del sol tiñendo el Mediterráneo de tonos dorados, el casco antiguo envuelto en una calidez especial y el sonido de las olas de fondo… terminar el día así no tiene precio.
Si buscas los mejores rincones para disfrutar de este momento, en el Hotel Ábaco hemos reunido cinco lugares que te regalarán atardeceres inolvidables:
1. El mirador de la Plaza de la Iglesia: el clásico que nunca falla
Si hay un lugar emblemático para ver el atardecer en Altea, es este. La Plaza de la Iglesia en pleno casco antiguo, se convierte en un escenario perfecto para contemplar el sol desaparecer tras las montañas. Desde aquí, las vistas al mar y a la bahía de Altea son
inmejorables, con la cúpula azul de la Iglesia de Nuestra Señora del Consuelo como testigo.
Lo mejor es llegar con tiempo, dar un paseo por las calles adoquinadas y tomar algo en alguna de las terrazas cercanas. A medida que el sol baja, el ambiente se vuelve más especial y las luces del pueblo comienzan a encenderse.
2. Miradores de Altea
Altea es un pueblo de alturas, y eso se traduce en múltiples puntos elevados desde los que admirar el atardecer. Si te gusta verlo desde diferentes perspectivas, Altea tiene varios miradores con vistas espectaculares.
Uno de los imprescindibles es el Mirador de los Cronistas de España, situado en la parte alta del casco antiguo. Desde aquí, la panorámica abarca desde el puerto hasta el Peñón de Ifach en Calpe. Otro punto recomendado es el Mirador del Portal Viejo, con un encanto más escondido y menos concurrido.
Pasear entre estos miradores mientras el cielo cambia de color es una experiencia que enamora a cualquiera.
3. El paseo marítimo: un atardecer con el mar de fondo
Si prefieres la cercanía del mar, el paseo marítimo de Altea es una muy buena opción. Aquí, los reflejos del sol sobre el agua crean un efecto hipnótico, con el sonido de las olas acompañando el momento.
Caminando hacia el puerto, encontrarás bancos para sentarte y disfrutar de la vista sin prisas. Otra alternativa es elegir una terraza y acompañar el atardecer con una copa de vino o un café.
Lo mejor de este lugar es que, cuando el sol desaparece, puedes alargar el plan con una cena en alguno de los restaurantes frente al mar.
4. La playa de la Olla: un rincón tranquilo para conectar con el momento
Si buscas un atardecer más íntimo, la playa de la Olla es un pequeño paraíso. Situada a unos minutos del centro de Altea, esta playa de canto rodado ofrece una vista despejada del horizonte y un ambiente mucho más tranquilo que otras zonas.
Aquí, el sol se esconde justo detrás del Peñón de Ifach, creando una imagen espectacular. Si el día está despejado, los tonos del cielo pasan del naranja al violeta en cuestión de minutos.
Llevar una toalla, sentarse cerca del agua y simplemente dejarse llevar por el paisaje es una de las mejores formas de despedir el día en Altea.
5. Desde el mar: un atardecer diferente a bordo de un barco
Para una experiencia única, nada supera ver el atardecer desde el agua. En el puerto de Altea puedes encontrar opciones para alquilar un barco o unirte a una excursión al atardecer.
Desde el mar, la perspectiva cambia por completo: el pueblo se ilumina poco a poco, el reflejo del sol sobre el agua crea un juego de luces espectacular y la sensación de estar en mitad del Mediterráneo hace que la experiencia sea aún más especial.
Si buscas un plan especial en pareja o con amigos, esta es una de las opciones más recomendables. En el Hotel Ábaco somos amantes de los atardeceres, y si te alojas con nosotros, estaremos encantados de recomendarte más rincones únicos para disfrutarlos.